Blogia
4-3-3

El barça y su "entonno"

Grandes mitos de la historia culé, hoy... GEOVANNI DEIBERSON

Grandes mitos de la historia culé, hoy... GEOVANNI DEIBERSON

Aprovecho que este señor acaba de fichar por el Manchester City (con la carta de libertad bajo el brazo) para comenzar a desglosar uno por uno, los que para mi son grandes mitos azulgrana.

Allá por el año 2001 en Barcelona se vivían tiempos... digamos que curiosos, perdíamos hasta el autobús, éramos el hazme reír de Europa con ese presidente que dios nos había dado (o que Núñez nos había legado, quien sabe...). Por futbolistas teníamos un atajo de delanteros que no sabían marcar (Kloifa), extremos que no sabían centran (Zenden) y defensas que no sabían defender (Dehu). Pero hubo suerte y se hizo la luz... un ojeador tuerto, vizco, al que se le había olvidado la lentilla y que acababa de nadar en una piscina con mucho cloro vio jugar al NUEVO FIGOOOOOO (redoble de tambores... ¿cuántos nuevos Figos han pasado por can barça, madre mía?). Yo, ¡iluso de mi! Vivía en el síndrome "prensa amarilla pastosa" que transmitían diarios como el Sport y el Mundo Deportivo y creía que cada promesa brasileña que viniera se convertiría a poco en otro Rivaldo que marcara goles decisivos de chilena (¡qué tiempos!). El Barcelona se lanzó a por la "perla" brasileña y por la irrisoria cifra de... 3.500 milloncejos de nada, se lo trajo ante el descojone generalizado de la plana mayor del Cruzeiro, cuya cabeza negociadora pronunció una frase imborrable para el recuerdo culé: "El precio lo pongo yo", y vaya que si lo puso, madre mía. Pues bien, damas y caballeros, el señor Geovanni marcó... ¡UN GOL! En su periplo como azulgrana. Famosos eran sus intentos de volea que se marchaban a punta cana mientras Fabio ¡A TRALLÓN SI VALE! Rochemback aplaudía a rabiar. Gastamos 3.500 millones por UN puto gol. Para la posteridad queda una anécdota referida por un periodista catalino al más no poder. Al parecer se desplazó hasta Brasil para ver las cualidades de la supuesta estrella, presenció un par de partidos y llamó aterrado a la redacción al grito de: "MADRE MÍA, PERO SI ESTE TÍO ES MUCHO MÁS MALO QUE SIMAOOOO!!".

Por eso ahora los culés no podemos dejar de reírnos cuando nos intentan vender a un desconocido como el "nuevo pongaquíelnombredeunmitodesuinfancia".

Las cosas del fútbol...